"Los sucesos aquella temporada me habían hecho reflexionar sobre el paso del tiempo; al mismo tiempo que me obsesionaba perderle sin que hubiera sabido que era con él con quien quería compartir cada momento, algo que cada noche durante las semanas siguientes se vería reflejado en mis sueños, -casi pesadillas cada vez mas frecuentes- en los que lo perdía de forma inevitable y lo único que necesitaba era el roce de su cuerpo, un último beso, un simple abrazo… sentía punzadas de dolor en el pecho que me impedían moverme, apenas podía respirar mientras lo contemplaba alejarse para siempre, desvaneciéndose y dejando como rastro el simple recuerdo de una noche de agosto.
Una sensación parecida me invadía cuando apenas podía despedirme. Las semanas se hacían cada vez mas largas, y al llegar el viernes tras frases sin sentido seguía engañándome a mí misma, oculta tras una mascara de miedo. Mis palabras se convertían en gestos mudos, prefería permanecer en silencio a seguir engañándome detrás de recuerdos y anhelos de una gran mentira. Una vez más se trataba de miedo, ese enemigo invisible que es el único capaz de vencer sin armas; y de nuevo estabamos siendo derrotados por él.
Decidí que la mejor manera de empezar el nuevo camino era del mismo modo que abandoné el anterior: tratando de hacerle comprender la verdad, una tarea factible para cualquiera menos para mí, ya que cada instante a su lado notaba como se alejaba para siempre y lo único que podía hacer era contemplar su figura de gesto melancólico y vivir de la esperanza, atragantándome con mi orgullo.
Llegó febrero y seguía sola como nunca, pero tan sola como siempre. Esta vez era distinto, tenía claro que necesitaba cerca su presencia, al igual que me abrumaba la soledad que desprendía su persona; sabía que nos necesitábamos el uno al otro, pero éramos demasiado idotas, orgullosos y, sobre todo, muy cobardes.
El tenerle tan cerca pero sentirlo cada vez más lejos me hacía enloquecer por momentos, por una simple mirada, por una triste sonrisa… una obsesión de papel y locura que permanecería atormentándome mientras vagara por el camino de la duda y la soledad, el camino de la desesperación.
Habían pasado unos meses cuando comprendí lo que trataba de conseguir, y resultó ser aquello mismo que yo había estado intentando recuperar durante todo el tiempo: la confianza. (Continúa leyendo..)
//… вυrιed alιve
lunes, 29 de marzo de 2010
lunes, 22 de marzo de 2010
La reina del silencio (I)
"La verdad por delante. Es lo que trataba de explicarle aquella noche entre brumas y llovizna, es lo que necesitaba hacerle entender después de meses de engaños entre confianzas efímeras.
Su esbelta figura esperaba impaciente a que pronunciase palabra alguna. En su mirada ardía el deseo de querer saber qué pasaba por mi cabeza en aquel momento y qué me había estado rondando durante tanto tiempo en que la sinceridad no había sido mutua; pero al mismo tiempo, podía sentir el miedo que desprendía su persona, difícilmente oculto tras una mirada verde asustadiza.
Antes de esa noche, mis pensamientos vagaban a la par entre dos caminos distintos aunque demasiado cercanos, había dudado cada movimiento, cada pensamiento e incluso había dudado de mi propia existencia; pero, durante el tiempo que dura un latido, por primera vez en mucho tiempo tuve la certeza de que hacía lo correcto y lo comprendí: en el mismo momento en que tiempo atrás me había parado a pensar si de verdad lo quería, ya había dejado de quererle para siempre, el principio del final de una historia de humo y ceniza.
Así que predije que mis palabras harían el mismo daño de un modo u otro y decidí confirmarle sus sospechas -más mías que suyas- con las primeras que se me pasaron por la cabeza, no quería ni pensar lo que hacía. Todo estaba dicho y no había vuelta atrás. No se si fue una liberación o más bien una continuación del daño que el destino se empeñaba en que nos hiciéramos el uno al otro cuando creíamos que la vida nos sonreía; solo recuerdo que momentos después lo único que invadía mi cuerpo era miedo. Temía que no fuese capaz de perdonar y que guardase rencor a la persona que ahora ocupaba mi corazón así como parte del suyo.
Meses atrás, habría sido incapaz de imaginar aquel encuentro y sólo habría deseado el roce de sus labios en aquella misma esquina que tantas otras noches fue testigo de encuentros inesperados y despedidas entre confesiones."
//… вυrιed alιve
Su esbelta figura esperaba impaciente a que pronunciase palabra alguna. En su mirada ardía el deseo de querer saber qué pasaba por mi cabeza en aquel momento y qué me había estado rondando durante tanto tiempo en que la sinceridad no había sido mutua; pero al mismo tiempo, podía sentir el miedo que desprendía su persona, difícilmente oculto tras una mirada verde asustadiza.
Antes de esa noche, mis pensamientos vagaban a la par entre dos caminos distintos aunque demasiado cercanos, había dudado cada movimiento, cada pensamiento e incluso había dudado de mi propia existencia; pero, durante el tiempo que dura un latido, por primera vez en mucho tiempo tuve la certeza de que hacía lo correcto y lo comprendí: en el mismo momento en que tiempo atrás me había parado a pensar si de verdad lo quería, ya había dejado de quererle para siempre, el principio del final de una historia de humo y ceniza.
Así que predije que mis palabras harían el mismo daño de un modo u otro y decidí confirmarle sus sospechas -más mías que suyas- con las primeras que se me pasaron por la cabeza, no quería ni pensar lo que hacía. Todo estaba dicho y no había vuelta atrás. No se si fue una liberación o más bien una continuación del daño que el destino se empeñaba en que nos hiciéramos el uno al otro cuando creíamos que la vida nos sonreía; solo recuerdo que momentos después lo único que invadía mi cuerpo era miedo. Temía que no fuese capaz de perdonar y que guardase rencor a la persona que ahora ocupaba mi corazón así como parte del suyo.
Meses atrás, habría sido incapaz de imaginar aquel encuentro y sólo habría deseado el roce de sus labios en aquella misma esquina que tantas otras noches fue testigo de encuentros inesperados y despedidas entre confesiones."
//… вυrιed alιve
viernes, 12 de marzo de 2010
Sin motivos por ahora
Escribo a lo que no merezco... y los renglones se me quedan cortos… demasiadas palabras para tan poco espacio.
…dicen que la vida no es mas que la pasarela que nace en el vacío y termina en el olvido; un desfile de lugares lejanos y momentos equivocados, figuras cambiantes y rostros acusadores… pues yo solo sé que a cada paso me hundo en el barrizal de charcos hechos bajo mis pestañas.
…escucho, río y callo… al final acaba en llanto... otra vez toca improvisar melodías que jueguen con la locura; nuevos obstáculos aparecen en la carrera por la cordura… el reloj se ha cansado de esperar y nos abandona… loco, necio e ingrato… arde el horizonte gris y yo aún no he aprendido mi nueva condición…, impulsada por la ira, me he dejado cegar por falsas miradas de comprensión inesperada.
Sentimiento cruzados, caminos hacia ninguna parte convergen una vez más en la calle del olvido y hacen que la cercanía se nos siga quedando muy lejos. Me pierdo entre los brazos del destino y ardo en el recuerdo…
…de nuevo soledad bajo la lluvia de lamentos, porque las penas mojan y ya no me refugio en una voz que agosto se llevó consigo, como un castillo de arena… con frágiles cimientos que el viento se lleva, cuando aún quedaba algún motivo... y es pasado aunque me quejo.... Se acaban los motivos pero sobran los rencores… a éstos los sustento del miedo, los mantengo con la duda y dejo que crezcan con la envidia... tras aparentes sonrisas, ironías que no vienen a cuento y falsas esperanzas por compasión…
El simple susurro del viento me hace evocar otros tiempos, la memoria sigue jugándome malas pasadas e incluso dudo haber vivido instantes donde le dábamos patadas al reloj, quizás sólo eran imágenes irreales fruto de la esperanza por ser alguien… pero solo seré capaz de recordar lo que nunca sucedió.
Vivimos de un sueño alimentando nuestra locura, pero ni en la peor de nuestras pesadillas podíamos imaginar el abismo eterno que nos amenazaba, un vacío de palabras carentes de sentido y melodías de sombras que ya no suenan para nosotros, sólo tiritan los sueños de nuestra canción de derrota, Sigue con ellos… mientras, yo entierro los míos al tiempo que me despojan de paisajes olvidados y atormentan hasta a la última de mis neuronas.
Nuestra historia transcurría tras un sueño, en un viaje donde las penas se quedaban en tierra y la ilusión era lo único que pesaba en la maleta; a lo largo de un camino empedrado de horas, minutos y segundos donde la única compañía la elegíamos nosotros. Durante el tiempo que dura un latido, todo encajó y adquirió sentido por completo…
{...apuro el último aliento de esperanza, se quiebran las paredes del rincón donde perdí la razón… corrimos tras un sueño, tropezamos con la realidad… pero ahora se que no volveremos a vagar… como destino, vivir de esperanza y poco más...}
Ni siquiera tú, puedes aborrecerme tanto como yo me odio a mí misma
//… вυrιed alιve
…dicen que la vida no es mas que la pasarela que nace en el vacío y termina en el olvido; un desfile de lugares lejanos y momentos equivocados, figuras cambiantes y rostros acusadores… pues yo solo sé que a cada paso me hundo en el barrizal de charcos hechos bajo mis pestañas.
…escucho, río y callo… al final acaba en llanto... otra vez toca improvisar melodías que jueguen con la locura; nuevos obstáculos aparecen en la carrera por la cordura… el reloj se ha cansado de esperar y nos abandona… loco, necio e ingrato… arde el horizonte gris y yo aún no he aprendido mi nueva condición…, impulsada por la ira, me he dejado cegar por falsas miradas de comprensión inesperada.
Sentimiento cruzados, caminos hacia ninguna parte convergen una vez más en la calle del olvido y hacen que la cercanía se nos siga quedando muy lejos. Me pierdo entre los brazos del destino y ardo en el recuerdo…
…de nuevo soledad bajo la lluvia de lamentos, porque las penas mojan y ya no me refugio en una voz que agosto se llevó consigo, como un castillo de arena… con frágiles cimientos que el viento se lleva, cuando aún quedaba algún motivo... y es pasado aunque me quejo.... Se acaban los motivos pero sobran los rencores… a éstos los sustento del miedo, los mantengo con la duda y dejo que crezcan con la envidia... tras aparentes sonrisas, ironías que no vienen a cuento y falsas esperanzas por compasión…
El simple susurro del viento me hace evocar otros tiempos, la memoria sigue jugándome malas pasadas e incluso dudo haber vivido instantes donde le dábamos patadas al reloj, quizás sólo eran imágenes irreales fruto de la esperanza por ser alguien… pero solo seré capaz de recordar lo que nunca sucedió.
Vivimos de un sueño alimentando nuestra locura, pero ni en la peor de nuestras pesadillas podíamos imaginar el abismo eterno que nos amenazaba, un vacío de palabras carentes de sentido y melodías de sombras que ya no suenan para nosotros, sólo tiritan los sueños de nuestra canción de derrota, Sigue con ellos… mientras, yo entierro los míos al tiempo que me despojan de paisajes olvidados y atormentan hasta a la última de mis neuronas.
Nuestra historia transcurría tras un sueño, en un viaje donde las penas se quedaban en tierra y la ilusión era lo único que pesaba en la maleta; a lo largo de un camino empedrado de horas, minutos y segundos donde la única compañía la elegíamos nosotros. Durante el tiempo que dura un latido, todo encajó y adquirió sentido por completo…
{...apuro el último aliento de esperanza, se quiebran las paredes del rincón donde perdí la razón… corrimos tras un sueño, tropezamos con la realidad… pero ahora se que no volveremos a vagar… como destino, vivir de esperanza y poco más...}
Ni siquiera tú, puedes aborrecerme tanto como yo me odio a mí misma
//… вυrιed alιve
miércoles, 10 de marzo de 2010
One vision...
Hubo una persona, hace un tiempo, que había descubierto que su visión era diferente al del resto de las personas. Creyó, equivocadamente, que tenía un problema en sus ojos.
Con el pasar de los años la diferencia era más y más notable: a él le llamaban la atención detalles que a nadie más, y lo sensibilizaban hasta las lágrimas otros que para la mayoría eran nimiedades. Algunos lo acusaron de loco. Otros simplemente lo ignoraron. Los ojos de esta persona eran distintos, el mundo que se creaba frente a él no era el que todos veían.
Una vez, mientras conversaba con un sacerdote, le contó su problema. El sacerdote extrañado lo miró y le pidió pruebas.
-No tengo pruebas; no sé cómo ven el mundo ustedes, sé cómo lo veo yo.
Al sacerdote le pareció lógico y le pidió, entonces, que le muestre la manera en la que él veía el mundo, y le entregó un pincel y un lienzo.
Esta persona dibujó lo que veía y el sacerdote permaneció en silencio, atónito, viendo como el lienzo cobraba vida. Luego lo miró y sonrió.
- Usted, hijo, no tiene un problema en sus ojos. Usted simplemente es un artista.
Con el pasar de los años la diferencia era más y más notable: a él le llamaban la atención detalles que a nadie más, y lo sensibilizaban hasta las lágrimas otros que para la mayoría eran nimiedades. Algunos lo acusaron de loco. Otros simplemente lo ignoraron. Los ojos de esta persona eran distintos, el mundo que se creaba frente a él no era el que todos veían.
Una vez, mientras conversaba con un sacerdote, le contó su problema. El sacerdote extrañado lo miró y le pidió pruebas.
-No tengo pruebas; no sé cómo ven el mundo ustedes, sé cómo lo veo yo.
Al sacerdote le pareció lógico y le pidió, entonces, que le muestre la manera en la que él veía el mundo, y le entregó un pincel y un lienzo.
Esta persona dibujó lo que veía y el sacerdote permaneció en silencio, atónito, viendo como el lienzo cobraba vida. Luego lo miró y sonrió.
- Usted, hijo, no tiene un problema en sus ojos. Usted simplemente es un artista.
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