Cuando se despertó, no recordaba nada de la noche anterior; porque 2011 amaneció entre pólvora con la cobardía de un anhelo y la ilusión de un sueño…
Salgo a la calle ausente entre miles de pensamientos y desciendo calle abajo hasta la plaza del pueblo. Parte de una vida entre calles y callejones… Pero ahora, todo aquello se queda lejano… avanzo entre la gente con la mirada perdida mientras, en la cabeza, trato de asimilar trescientos sesenta y cinco días.
Agosto acabó con tres, por los que no nos acompañaban, por nosotros y por la nueva etapa que se presentaba ante nuestros ojos.
..pero esta vez ya son doce con los que concluimos.
Uno. Ya puedo disfrutar la decepción.
Dos. A estas alturas sólo puedo agradecer y pedir perdón.
Gracias por ser como eres, por hacerme sentir tan importante cuando estás cerca, porque tus sueños eran los míos, por formar parte de mi vida, una parte enorme y esencial… y por la confianza. Siempre has sido y serás mi inspiración. Fuiste mi sueño y eres mi motivación, la razón por la cual seguir luchando. El apoyo en mis noches como ésta. Sabes que eres todo... y mucho más… y lo siento… siento tener tan poco que darte y tanto que agradecer.
Tres. Una lágrima asoma, pero no se si será hoy cuando la derramemos. ¿Se llora? Ya sabes lo egoístas que somos; nos las guardamos para nosotros… poetas de basura tras un sueño adolescente.
Cuatro. Todo cuanto se desea y todo cuanto no se puede tener. Obsesiones de papel y locura, veladas de humo y cenizas, roces de lija y terciopelo.
Cinco… a esperar que otro agosto quiera asomarse entre las sombras de nuestros fantasmas.
Seis… esta vez ambos jugamos a no ganar
Siete. Bien sabes que nuestros caminos son muy distintos pero los une la desconfianza al resto del mundo, que todos tenemos un secreto narrado bajo llave en el ático del alma, y parte de nuestro ático se comunica.
Ocho… que me repito, que los sueños son de agua, sigo flotando en ellos… o al menos lo intento mientras de aferra una fuerza de nombra familiar que trata de zambullirme para siempre en el olvido… no puedo dejar que lo consiga.
Nueve… Lo creas o no, empieza el año y sigues siendo bienvenido a mi canción de noches sin dormir y promesas al amanecer que se olvidan antes de que el sol nos diga que ya está bien. Al menos dame el tiempo que ya no te haga falta, el mío lo invertí en canciones de despedida que nunca canté… y creo que este año no va a ser cuando lo haga.
Diez . ..y el show llega a su fin a pesar de nuestro ciego empeño de que continúe… ya no jugamos a ese juego…
Once… lo dicho, que queda mucho camino por recorrer y yo no tengo nada nuevo que contarte… ya no queda nada en pie. Demasiado que entregar y mucho que agradecer. Eres canción. Melodías imprefectas que alcanzan la perfección. Corage y valentía. Inocencia y cabezonería. Confianza de un único sentido. No se si debo, si quiero o puedo hablar... me equivoco pero no soy yo quien ha de rectificar... o sí?
Doce…y por mucho que nos duela, o me duela (ya que está claro que por egoísta me lo guardo para mí)… 2011 se acuesta entre sombras para siempre como empezó, tan cobarde como siempre, tan iluso como nunca… pero sigues marcando la diferencia... porque ya sabes que eres todo y nada más…
Que esta noche se nos queda corta y otra vez la luna nos pilla bailando la balada del despertador
…y recordaremos escondidas lo que nunca sucedió.
{… apuro eL últimO alient[o]o de esperanza, se quiebran [l]as p[a]redeS del rincón donde perdí la ra[z]ón… corrImos tras u[n] sueño, tropezamos con la realidad… pEro ah[o]ra se que No volveremos a va[g]ar… como desTino, vivir de esperanza y pocO más.}
Ni siquiera tú, puedes aborrecerme tanto como yo me odio a mí misma... pero esta vez el {final [lanif] } SÍ es para ti.
//… вυrιed alιve