Me miró con tristeza.
-¿Yo no me daba cuenta, verdad?- preguntó.
Me encogí de hombros.
-No podrás perdonarme nunca.
Preferí pasar las páginas a mirarle a los ojos.
-No tengo nada que perdonar.
-Mírame.
Cerré el álbum e hice lo que me pedía.
-Es mentira-dijo- Sí que me daba cuenta. Me daba cuenta todos los días, pero creía que no tenía derecho.
-¿Por qué?
-Porque nuestras vidas no nos pertenecen.
Lentamente me tomó la mano y se la llevó a los labios.
Te he echado de menos.. no quería, pero lo he hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario