Tus luces y sombras...

Frases que hablan de ti… pues ahora sí me dirijo a ti, aunque siempre me haya negado a poner nombre a los sentimientos… ¿Tienes miedo? ¿Acaso es orgullo? ¿Qué quieres ocultar? Admiro a la gente que sabe leer entre líneas… pero me equivoqué contigo… aún te queda por aprender… Las luces de septiembre me enseñaron a olvidar tus pasos desvaneciéndose en la marea.
Pues es cierto que en otro tiempo mi mundo giraba en torno a ti... cada paso, cada gesto, cada mirada… pero ya te advierto, eso era otro tiempo; en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre… y ya no me refugio en una voz que agosto se llevó consigo… cuando aún quedaba algún motivo. Se acaban los motivos pero sobran los rencores… y si a las heridas quieres echar sal, vas a encontrarte con que ya solo son cicatrices... ni siquiera soledad. Porque no es tu sombra la que me enturbia el sueño... nunca lo fue, aunque tu sonrisa era mi almohada… tan solo es mi fantasma vagando por caminos que no son de nadie...
Por una vez ni me miento, ni te miento... Me abrumó la soledad que desprendía tu persona y, a un tiempo, creí ver en tu interior un abismo infinito al que no podía evitar asomarme. Aborrezco las malas compañías…

¿Sabes cual es la mayor locura de todas? Que pude ver, aunque fuera de forma muy fugaz, el modo en que comprendías el mundo. Pero en un mundo de luces y sombras, cada uno de nosotros debe encontrar su propio camino.

La reina del silencio ha muerto, así lo has querido (se va entre sombras, como vino); porque al fin y al cabo “las palabras con que se envenena el corazón, por mezquindad o por ignorancia, se quedan enquistadas en la memoria y tarde o temprano queman el alma.”