No me hace falta mirar

¿Qué siente un sueño al desvanecerse? ¿Dónde quedan los agostos? - TRES

…ya van tres y con los mismos concluye.
Uno por los que no nos acompañan,
otro por nosotros
y un último por la nueva etapa que se presenta ante nuestros ojos.

Así las luces de agosto se apagaron en la neblina estallando en un resplandor final, pues para siempre es mucho tiempo... Porque el show llega a su fin a pesar de nuestro ciego empeño de que continúe…ya no jugamos a ese juego… estamos enloqueciendo lentamente… seremos como el millonario del vals… pero que sea otro el que muerda el polvo!

El amago de una lágrima asomó a nuestros ojos, pero supe que no la derramaríamos jamás. No se llora. Hasta para eso somos egoístas; nos las guardamos para nosotros… como los demás poetas de basura tras un sueño adolescente. Ignorantes!! Las putas musas se han largado… a esperar que otro agosto quiera asomarse entre las sombras de nuestros fantasmas. Todo cuanto se desea y todo cuanto no se puede tener. Obsesiones de papel y locura, veladas de humo y cenizas, roces de lija y terciopelo.

A veces, el tiempo nos juega malas pasadas, un enemigo cobarde que siempre ataca cuando estamos desprevenidos y al que sólo nos enfrentamos una vez… siempre gana y jamás vuelve a cruzarse en nuestro camino impidiendo posibilidad alguna de victoria por nuestra parte.

Te dirán que nunca he sido, te dirán que puede ser. Me callo porque es sábado. A estas alturas sólo toca observar, agradecer y pedir perdón… por ser inspiración, ser sueño y motivación... porque fuimos, somos y seremos nada… pero marcas la diferencia… porque “the show must go on”!!

[ “Cómo somos y cómo eres", eres todo y nada más; pero eres... y a mí me vale.]

//… вυrιed alιve

Inviernos de agostos

…y de un tiempo a esta parte decido soñarte pero bien sé que es tarde. De nuevo me equivoco y toca rectificar; porque las luces de agosto se apagaron en la neblina estallando en un resplandor final, pues para siempre es mucho tiempo. La huella del invierno no tarda en borrar el espejismo del cálido verano… dicen que el océano del tiempo tarde o temprano nos devuelve los recuerdos que enterramos en el… por el momento me conformaba con el amago de una lágrima que jamás se derramaría… ¿o sí?
Te mientes.

Las noches se nos quedaban cortas y la luna nos pillaba bailando la balada del despertador, apurando los latidos como si fuese nos último día; quedaba prohibido mirar el reloj. Ahora, sin más trucos ni historias con que engañar tu compañía, mis ojos te buscan y no te encuentran…. a disfrutar la decepción.

Un grito desesperado en busca de un motivo, no lo encuentra pero es tan necio como yo… y decide seguir buscando y esperando un brillo en el abismo infinito de una mirada lejana para alargar este momento... aunque su tiempo, hace tiempo que pasó.
Hay cosas que sólo pueden verse entre tinieblas. Espejos rotos.Y veo.

Los sueños son de agua, sigo flotando en ellos… o al menos lo intento mientras me agarra una fuerza de nombre familiar que trata de zambullirme para siempre en el olvido… no puedo dejar que lo consiga. En mi alma otro saco de cemento; en mi cabeza malos pensamientos.
Compartes tus sueños. Te ahogas.

Lo creas o no, sigues siendo bienvenido a mi canción de noches sin dormir y promesas al amanecer que se olvidan antes de que el sol nos diga que ya está bien. Al menos dame el tiempo que ya no te haga falta, el mío lo invertí en canciones de despedida que nunca canté. Fuiste mi sueño y eres mi inspiración.
Te dirán que nunca he sido, te dirán que puede ser. Soy la soga que no aguanta tu mirada.
Ceniceros de sueños.
Te maldigo en mis canciones... y me miento yo.

No tengo nada nuevo que contarte… sin cimientos fuertes la estructura es frágil; ya no queda nada en pie. Quiero tu abrazo suicida, aunque sepa que es mentira. Te vas entre sombras, como viniste… sin saber si será cierto, ni certero, ni mejor. Pero recuérdame... aunque sea a escondidas en un rincón. Porque fuiste y lo importante ha sido eso, es pasado aunque me quejo, ni exagero ni te miento, ni te extraño ni te siento...

//… вυrιed alιve

Segundos de debilidad

Todo parecía volver a la normalidad. Una amistad reforzada y la confianza recuperada. Por una vez, todo empezaba a funcionar como debía.

Pero, aquella semana, sin saberlo muy bien, había esta paseando por pensamientos anteriores, aun teniendo muy claro el camino que quería seguir, por lo que no les dio más importancia… o eso creía… hasta esa noche.
Miradas de complicidad por la tarde y unas copas de más al caer la noche. Sonaba su canción. Lentamente pasó el brazo por detrás de su cuello, susurró unas palabras muy conocidas para los dos pero que ella no llego a entender del todo dadas las circunstancias, decían algo así como “no son asuntos serios, pero el show debe continuar”, fue entonces cuando posó fijamente su mirada en ella y la besó con pasión.
El roce de sus labios por un instante le hizo evocar todo lo que había tratado de enterrar en el rincón más profundo de su ser en vano. No podía volver. Se negaba a echar por tierra todo lo que había conseguido alejar de su mente. Sabía que el show no podía continuar, esta vez no sería su canción.


Un caos de sensaciones apareció en su mente cuando se percató de que una silueta los observaba; apenas fue capaz de presenciar la escena unos segundos antes de salir a toda prisa a la calle. Una mezcla de orgullo y cobardía recorrió su ser, ambos sentimientos luchaban en su mente. En ese momento comprendió a la orgullosa reina del silencio. Ahora sabía que no estaba muriendo aislada mientras esperaba que aquel al que había perdido regresara a por ella. Ahora sabía que ella misma ocuparía el lugar de la reina del silencio y, si no quería pasar su vida esperando, debía encontrarla.

Retiró aquellos pensamientos de su cabeza a la fuerza, se puso el abrigo y salió a la calle de camino a casa. Fue a sacar los guantes del bolsillo del pantalón cuando notó algo rígido en el interior, era un sobre; en la parte delantera podía leerse:

“Llámame cobarde,

pues de los cobardes soy capitán.

Me oculto en la niebla,

pero sé que en ti puedo confiar”

//… вυrιed alιve 

Carta del capitán de la niebla

Me busco a mí mismo. Se bien quien soy pero tengo miedo a encontrarme. Un trazo tembloroso sobre un folio arrugado es testigo de ello bajo una luna que me observa expectante mientras busco el brillo de la cordura en el abismo infinito de una mirada a la lejanía. Eres ausencia.

Mi búsqueda la mantiene la esperanza de mis fantasmas desvaneciéndose, se llevan la mentira para dejar paso a la claridad... y entre la luz que empezó a surgir te vi: mi yo. Tu rostro apenas era visible en mi mundo aun en penumbra pero allí estabas para contemplar lo que creí que me faltaba y escapar de mis insomnios. Pero existes y me vale, te acojo y te sobra. Eres presente y serás mi futuro. Memoria de una piedra sepultada que quiere ver la luz mientras las sombras aún palpitan en mi corazón. Sigo siendo preso, pero tengo la libertad de estar preso en ti. Porque hay peores cárceles que las palabras… Un silencio a gritos que voy a aprender a no callar con ellas.

Nada; aquello que fuimos, somos y seremos, pero podemos vivir de sueños. Y toca fabricarlos de nuevo para construir mi nueva realidad.

Miro el vaso casi vacío, saludo a la verdad que empieza a erguirse y te doy la bienvenida a mi canción. Otra luna es testigo y te susurro en medio de la multitud. Te haces viento, me dejo llevar y arrastras mis palabras sin rencores. Un gracias y hasta siempre.

Por fin te he encontrado: me he encontrado. El puro amor de un dios adolescente tras las palabras de un poeta de basura. Sentimientos invertidos y cruzados convergen al fin… y el mundo entero me da igual porque si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.


“Como quien escapa a través de las páginas de una novela porque aquellos a quien necesita amar, son sólo sombras que viven en el alma de un extraño…”

//… вυrιed alιve

Tus luces y sombras...

Frases que hablan de ti… pues ahora sí me dirijo a ti, aunque siempre me haya negado a poner nombre a los sentimientos… ¿Tienes miedo? ¿Acaso es orgullo? ¿Qué quieres ocultar? Admiro a la gente que sabe leer entre líneas… pero me equivoqué contigo… aún te queda por aprender… Las luces de septiembre me enseñaron a olvidar tus pasos desvaneciéndose en la marea.
Pues es cierto que en otro tiempo mi mundo giraba en torno a ti... cada paso, cada gesto, cada mirada… pero ya te advierto, eso era otro tiempo; en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre… y ya no me refugio en una voz que agosto se llevó consigo… cuando aún quedaba algún motivo. Se acaban los motivos pero sobran los rencores… y si a las heridas quieres echar sal, vas a encontrarte con que ya solo son cicatrices... ni siquiera soledad. Porque no es tu sombra la que me enturbia el sueño... nunca lo fue, aunque tu sonrisa era mi almohada… tan solo es mi fantasma vagando por caminos que no son de nadie...
Por una vez ni me miento, ni te miento... Me abrumó la soledad que desprendía tu persona y, a un tiempo, creí ver en tu interior un abismo infinito al que no podía evitar asomarme. Aborrezco las malas compañías…

¿Sabes cual es la mayor locura de todas? Que pude ver, aunque fuera de forma muy fugaz, el modo en que comprendías el mundo. Pero en un mundo de luces y sombras, cada uno de nosotros debe encontrar su propio camino.

La reina del silencio ha muerto, así lo has querido (se va entre sombras, como vino); porque al fin y al cabo “las palabras con que se envenena el corazón, por mezquindad o por ignorancia, se quedan enquistadas en la memoria y tarde o temprano queman el alma.”